17,30 HS FUE LA SENTENCIA,
A LAS 18,30HS SE RETIRO EL JUEZ ROZANSKI APLAUDIDO.
A LAS 20.30HS SE RETIRARON EN AUTOS DE LA POLICIA CUSTODIADOS POR 47 POLICIAS DE LA FEDERAL, SERVICIO PENITENCIARIO.
LOS JUECES JARAZO Y ESMORIS, EN LOS AUTOS QUE SALIERON EN CONTRAMANO.....
UN ABRAZO PARA TODOS
Absolución y perpetua a los militares acusados
En un veredicto dividido, que valió el repudio del público presente en la sala, el tribunal liberó de todos los cargos al coronel Duret y condenó a prisión perpetua al general Mansilla. La querella acudirá a casación.
En un fallo muy controvertido el tribunal oral federal integrado por los doctores Nelson Javier Jarazo, Alejandro Esmoris y Carlos Rosansky decidió absolver al coronel Alejandro Guillermo Duret (56) y condenar a prisión perpetua a general retirado Pedro Pablo Mansilla (77). En el exterior del recinto, donde alrededor de un centenar de manifestantes se había convocado para escuchar la sentencia, se produjeron incidentes.
Alrededor de las 17:30 de ayer, con la sala del juzgado colmada de público, ingresaron los miembros del tribunal para dar lectura al fallo luego de más de un mes de comenzado el juicio oral y público por el secuestro, tortura y posterior asesinato del Carlos Alberto Labolita (26), militante de la Juventud Peronista de Las Flores, desaparecido el 25 de abril de 1976.
La lectura comenzó anunciando la condena, por unanimidad, a Pedro Pablo Mansilla por ser coautor de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada -por haber sido cometida bajo violencia física sobre la persona- y de los delitos de imposición de tormentos agravados –en virtud de tratarse de un perseguido político- y homicidio calificado por alevosía, a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta perpetua. En este primer punto surgió la primer diferencia entre los magistrados ya que Rosansky falló en disidencia parcial por considerar que el acusado era merecedor de reclusión perpetua.
Sin embargo, ese detalle no sería el único en causar diferencias en el tribunal. El punto dos de la sentencia, que anuncia la continuidad de la prisión domiciliaria que viene cumpliendo a la fecha el acusado, fue el primero de los puntos en disidencia completa para el juez mencionado.
Sin embargo, sería la absolución de Duret por considerarlo inocente de todos los delitos mencionados anteriormente, lo que congeló el paso del tiempo en el recinto hasta estallar en un repudio generalizado cuando se anunció la inmediata libertad de Duret de la Unidad Penal 44 de Batán.
Insultos, indignación, llantos, abucheos, la mirada incrédula de muchos que sintieron el revés de la justicia. El presidente del tribunal, inmutable, llamó a silencio para continuar la lectura del fallo que, para la mayoría ya había terminado.
El siguiente punto anunciaba que se disponía extraer el testimonio de las actas de debate correspondientes a las declaraciones testimoniales del subinspector Jorge Omar Pastorini –efectivo de la policía bonaerense que participó en la detención de Labolita- y Jorge Mario Sanguín –también efectivo policial que participó en la detención, pero que llamativamente “no recordó haberlo hecho”- y que junto a los fundamentos de la sentencia sean remitidos al juzgado federal de Azul a los efectos de que investiguen la posible comisión de delitos.
Por último, se fijó una última audiencia para el quinto día hábil posterior a la feria judicial a las 10 horas momento en el que se darán a conocer los argumentos de la sentencia que sustenta el fallo.
Cabe aclarar que el juez Carlos Rosansky falló en disidencia parcial en el punto de la sentencia que dicta la prisión perpetua a Mansilla –proponiendo reclusión perpetua- y en total discrepancia en lo que respecta, tanto a la continuidad de la prisión domiciliaria de éste, como a los puntos donde se absuelve a Duret. Por su parte Nelson Jarazo y Alejandro Esmoris, los dos miembros del tribunal que conformaron la mayoría que posibilitó la liberación de Duret, tuvieron que retirarse de juzgado cubiertos por escudos hasta llegar a una camioneta que, rápidamente, se los llevó a contramano por Av. Luro. El repudio fue realizado por un grupo de militantes políticos y sociales que esperaron el fallo en la puerta del tribunal. Apenas se conoció la sentencia, también arrojaron piedras contra el frente del edificio.
Parte de la indignación se basa en que la sentencia, marca un precedente preocupante respecto de cómo se evalúan los elementos de prueba expuestos en cada una de las audiencias.
“Vamos a recurrir el fallo”
Ante la pregunta necesaria de cómo la fiscalía tomaba el fallo, el fiscal Daniel Adler sólo contestó con dos palabras: “vamos a recurrir”.
La siguiente instancia -que será aproximadamente dentro de un año- a donde se llevará el fallo es al tribunal de casación. Allí, se podrán tomar dos caminos: una de las posibilidades es que el tribunal superior ordene realizar un nuevo juicio, mientras que la otra podría ser que se revoque y se establezca una nueva sentencia.
Por su parte el abogado representante de la familia Labolita, Cesar Sivo, se mostró muy disconforme con el fallo y sostuvo que mientras se pasa el tiempo hasta que llegue la instancia superior se seguirá trabajando en el resto de las causas en las que Duret aparece como imputado para tratar de garantizar que vuelva a la cárcel. Además, sentenció que se intentará revertir el fallo en el tribunal superior.
Lesa humanidad vs. delito común.
“Hablar de que éstos son delitos de lesa humanidad no es un eslogan”, remarcó César Sivo una vez concluida la audiencia de lectura del fallo. La aclaración le pareció pertinente ya que evalúa que un sector del tribunal tomó posición analizando el caso Labolita como si fuera un delito común. “Acá lo que hubo fue un plan sistemático de exterminio contra la población civil. Si se analiza de esta manera las cosas se entienden de otra forma y entonces, es mucho más fácil resolver responsabilidades”, agregó el querellante que puntualizó en algunos pasajes de la defensa de Duret en los cuales hablaban como si fuera un delito común “no hay nadie que lo haya visto”, argumentaban como elemento probatorio de la inocencia de Duret cuando lo que justamente buscaban –según expresó Sivo- era la impunidad. “El sistema represivo estaba armado con garantías de impunidad. Ese era el juego, por eso la capucha, por eso la clandestinidad, por eso operaban ilegalmente, por eso salían con autos de civil, usaban pelucas; por eso hacían todo lo que hacían, porque estaban tratando de garantizar la impunidad” finalizó.
Respecto del trabajo de la querella, el abogado marcó que fue lo suficientemente contundente como para lograr un fallo favorable. Sin embargo, expresó que en los tiempos de alegatos la defensa fue limitada a dos horas y media por el tribunal siendo que el propio Sivo adelantó que necesitaba, como mínimo, cinco horas para poder exponer todos los puntos de análisis probatorio. “Nosotros sabíamos como iba a jugar la defensa al tratar de marcar pequeñas contradicciones, que son irrelevantes, pero son contradicciones al fin”. Sin embargo recalcó que la fiscalía en su exposición reforzó lo expresado por Sivo consolidando una acusación sólida.
Las palabras finales del abogado de la familia Labolita fueron contundentes: “Vamos a seguir trabajando en esto, en contra de la impunidad, manteniendo la memoria, en busca de la verdad y que se haga justicia”.